El comer pollo es muy común ya que es una de las proteínas principales en las comidas o cenas. Posiblemente este dentro de tus favoritos, y si no lo esta hoy te cuento el por qué comer pollo.
Altos niveles de proteína
La carne de pollo es una de las principales fuentes de proteínas entre la auténtica cocina latinoamericana. Los nutricionistas indican que la pechuga de pollo contiene 21 gramos de proteína por cada 100 gramos, lo que no es común en otros alimentos.
Las proteínas se encuentran entre los mejores alimentos consumidos por los seres humanos, especialmente cuando se trata de temas relacionados con la salud.
Pérdida de peso
Otro beneficio para la salud de la carne de pollo es que juega un papel importante en el control del peso. Cualquier dieta rica en proteínas, como el pollo, es muy útil para perder y controlar el peso. Los estudios demuestran que las personas que consumen alimentos ricos en proteínas controlan fácilmente su peso sin problemas.
Rico en vitaminas y minerales
El pollo no solo aporta suficientes proteínas al organismo, sino que generan las vitaminas y minerales necesarios. Las vitaminas B, que se encuentran en grandes cantidades, juegan un papel vital en la producción de energía y la formación de glóbulos rojos sanos.
Propiedades anticancerígenas
Se han observado beneficios para la salud del pollo en personas con diversas enfermedades, especialmente cáncer. Las personas que comen carne de cerdo y carne roja tienen un mayor riesgo de cáncer colorrectal en su vida. Sin embargo, las personas que comen pescado y pollo han reducido el riesgo de desarrollar cáncer.
Colesterol reducido
Muchas personas actualmente buscan varias opciones de tratamiento que reduzcan los niveles de colesterol en sus cuerpos. La mayoría de las personas que han consumido grandes cantidades de carne roja, como cordero, cerdo y res, tienen niveles elevados de colesterol, lo que las hace vulnerables a diversas enfermedades del corazón.
Sin embargo, comer pollo, pescado y verduras ayuda a reducir los niveles de colesterol en el cuerpo, minimizando así las posibilidades de problemas cardíacos.
