Por muy divertido que sea ver a los niños rechazar comer brócoli o espinacas en las películas y programas de televisión, la realidad es que los alimentos verdes son la base de una correcta alimentación y una salud óptima, por lo que deberías considerar integrar alguno de estos a tu dieta:
Espinaca
La espinaca es un vegetal de hoja verde popular y se incorpora fácilmente en una variedad de platos, incluyendo sopas, salsas, batidos y ensaladas.
Su perfil nutricional es impresionante con una taza (30 gramos) de espinacas crudas que proporcionan el 181% del DV para la vitamina K, el 56% del DV para la vitamina A y el 13% del DV para el manganeso.
También está lleno de folato, que desempeña un papel clave en la producción de glóbulos rojos y la prevención de defectos del tubo neural en el embarazo.
Un estudio sobre el defecto del tubo neural espina bífida encontró que uno de los factores de riesgo más prevenibles para esta afección fue una baja ingesta de folato durante el primer trimestre del embarazo.
Además de tomar una vitamina prenatal, comer espinacas es una excelente manera de aumentar la ingesta de folato durante el embarazo.
Microgreens
Los microgreens son verdes inmaduros producidos a partir de las semillas de vegetales y hierbas. Por lo general, miden de 1 a 3 pulgadas (2.5 a 7.5 cm).
Desde la década de 1980, a menudo se han utilizado como guarnición o decoración, pero tienen muchos más usos.
A pesar de su pequeño tamaño, están llenos de color, sabor y nutrientes. De hecho, un estudio encontró que los microgreens contienen hasta 40 veces más nutrientes en comparación con sus contrapartes maduras. Algunos de estos nutrientes incluyen vitaminas C, E y K.
Los microgreens se pueden cultivar en la comodidad de tu propio hogar durante todo el año, lo que los hace fácilmente disponibles.
Col rizada
Las hojas rizadas son hojas verdes sueltas, relacionadas con la col rizada y las verduras de primavera. Tienen hojas gruesas que tienen un sabor ligeramente amargo. Son similares en textura a la col rizada y el repollo. De hecho, su nombre proviene de la palabra “colewort”.
La col rizada es una buena fuente de calcio y las vitaminas A, B9 (folato) y C. También son una de las mejores fuentes de vitamina K cuando se trata de verduras de hoja verde. De hecho, una taza (190 gramos) de col rizada cocida contiene el 1,045% del DV para la vitamina K.
La vitamina K es conocida por su papel en la coagulación de la sangre. Además, se están realizando más investigaciones sobre su capacidad para mejorar la salud ósea.
Un estudio en 72,327 mujeres de 38 a 63 años encontró que aquellas con ingestas de vitamina K por debajo de 109 mcg por día tenían un riesgo significativamente mayor de fracturas de cadera, lo que sugiere un vínculo entre esta vitamina y la salud ósea.
La col rizada es considerada una de las verduras más densas en nutrientes del planeta debido a sus muchas vitaminas, minerales y antioxidantes.
Por ejemplo, una taza (67 gramos) de col rizada cruda contiene el 684% del valor diario (VD) de vitamina K, el 206% del VD de vitamina A y el 134% del VD de vitamina C.
